Iglesia Bíblica Torre Fuerte

EXAMÍNAME … SALMO 139:23-24 – Domingo 11 de Junio

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¡David concluye en el Salmo 139 con una oración a Dios para que lo examinara y probara con el fin de confirmar su lealtad y comprobar de esa manera, que él no era como impíos mencionados en los versículos 19 a 22. Parece una repetición del Salmo 26:2 cuando escribió: “Escudríñame, oh Jehová y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.”

El verbo “examinar” se usa también en el versículo 1 en una declaración acerca de Dios. David pidió al Señor que lo probara como lo hace un experto que refina metales. Puesto que Él sabe todo (v. 1-6) entonces conocía sus ansiosos pensamientos e intenciones. El mismo Señor Jesús dio testimonio de su Omnisciencia al conocer aún los pensamientos de aquellos que lo criticaban.

“Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues Él sabía lo que había en el hombre” (Juan 2:24-25)

El Altísimo también sabría si había en el salmista camino de perversidad (camino de dolor) causado por ser castigado por alguna mala acción.

David estaba convencido que tal tipo de examen arrojaría evidencias de su lealtad y de su diario caminar por el camino estrecho, transitado solamente por unos pocos. (Mateo 7:13-14) Él deseaba ser guiado por el camino eterno, y que preservaría su vida en este mundo a medida que lo siguiera fielmente. Esta sería una grande motivación para seguirlo.

¿Estaría usted dispuesto a someterse a un examen divino de este tipo?

David recalcó tres peticiones:

1) “Examíname y conoce mi corazón”

2) “Pruébame y conoce mis pensamientos”

3) “Ve si hay en mí camino de perversidad” Después de aprobar el examen, ahora podía exclamar: “GUÍAME EN EL CAMINO ETERNO”

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Categories: El Vocero