Día para Dar
Posted on 9 December, 2016 by René Zapata 1 comment
El pasado 29 de noviembre, fué un buen “día para dar”.
Es el día en que el mundo se detiene para dar. Es un movimiento global que busca incentivar y multiplicar las buenas obras hacia los demás. Es una iniciativa nacida en la fundación de las Naciones Unidas para celebrar “el dar” en todo el mundo.
Muchas historias y experiencias se han publicado sobre el tema, pero la que más llamó la atención fue lo que el cuerpo policiaco de una ciudad en los Estados Unidos practicó como una orden de su comandante.
Cada patrullero recibió una cantidad de billetes de $50 y de $100 dólares y se les pidió que los dividieran y repartieran entre los que habían infringido alguna regla de tránsito.
Las reacciones de los detenidos fue increíble. Algunos lloraron, abrazaron al policía o gritaron de júbilo y sorpresa. Nunca se esperaban eso de un patrullero que los había detenido. El propósito se cumplió, y la acción inesperada y contraria a lo común, enseñó lo bello que es ayudar y dar al que lo necesita. Esto debe ser un modo de vida y no solamente un día al año.
Dios hace eso con nosotros. Cada día nos colma de bendiciones inmerecidas y nos obliga a tener una imagen de Él distinta a la común. La mayoría de ocasiones pensamos que Dios está sólo esperando que infrinjamos en un punto para castigarnos y mostrar su justicia. Sí, Dios es justo, pero también es amor y sabe no solo disciplinar sino también premiar. El Salmo 18 20-24 recalca: “El Señor me ha premiado conforme a mi justicia, conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado…he guardado sus caminos y no me aparté impíamente de mi Dios…no me he apartado de sus estatutos … fui recto para con Él, por lo cual me ha recompensado”.
Dios espera que así como Él nos ha amado y ayudado, así también lo hagamos con los necesitados que no nos pueden retornar el favor. Bien dijo: “Más bien es dar que recibir”
Haz con otros lo que quisieras que ellos hicieran contigo. “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos y mayormente a los de la familia de la fe.” Las buenas obras no nos pueden otorgar la salvación ni la vida eterna, pero nos dan la oportunidad de mostrar que somos de Él y seguimos su ejemplo.
Recuerda que el Señor no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos” Él espera que nosotros hagamos lo mismo.
