México da un paso al frente
Posted on 25 November, 2016 by René Zapata 1 comment
![](https://www.torrefuerteib.org/wp-content/uploads/2016/06/banner-noticias-hoy-y-la-biblia2.jpg)
Por una amplia mayoría, la Cámara de Diputados rechazó el 9 de noviembre la propuesta del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, de modificar la Constitución para permitir el mal llamado “matrimonio gay” en todo el país.
La propuesta es que el matrimonio exista entre dos personas del mismo género y tenga rango constitucional, pero los Legisladores lo rechazaron por una votación de 19 en contra y 7 a favor y 1 abstención. El Presidente de México anunció el 17 de mayo de este año su propuesta de legalizar el matrimonio homosexual en todo el país. Este anuncio provocó amplio rechazo en la población y su grupo político, el PRI, sufrió un duro revés en las elecciones para Gobernadores realizada en junio.
El Frente Nacional por las Familia promueve la propuesta presentada en febrero de 2016 ante el Senado, acompañada de 240,000 firmas, que busca hacer explícito en la Constitución de México, que el matrimonio está formado por un hombre y una mujer. Éste es un peso más en defensa de la familia.
Al orar por los que están en eminencia, debemos recordar que nuestras “rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias pueden ayudar para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (I Timoteo 2:1-2) Vivir en piedad es simplemente vivir en santidad y ser obedientes a la Palabra de Dios, la Biblia.
El primer hogar fue instituido por Dios y al formarlo, la Biblia dice que lo creó con un hombre y una mujer. (Gén.1:27) Salirse de este molde divino, es abominación ante los ojos de Dios. (Levítico 18:22; 20:13) Lo que hizo Dios en el Huerto del Edén “fue bueno en gran manera”. Al rechazar este molde divino se provoca un desorden social y los resultados pueden ser funestos. Sería imposible fructificar la tierra y multiplicarse como Dios lo estableció al ayuntarse varón con varón o mujer con mujer.
El apóstol Pablo advierte que los que se desvían del orden natural cometen hechos vergonzosos y son “dignos de muerte”. Es por la misericordia de Dios que tales individuos no han sido consumidos, pues el deseo divino deseo es que “todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (I Tim. 2:4)