Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Feria de Vientres

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La creciente demanda de vientres de alquiler en la India ha llegado a ser una industria millonaria que obligó al Gobierno indio a prohibir el alquiler de vientres a extranjeros. En algunos lugares se ofrecían vientres en alquiler con teléfonos celulares como regalo.

La palabra “Feria” implica mercado y no debe existir ni permitirse una feria que comercia con el embarazo, el parto, el cuerpo de la mujer y el bebé. Se presenta como cualquier feria que ofrece productos como iphones, tablets, computadoras y aun la mariguana y distintas drogas en atractivos stands y tentadores precios.

Hasta 2015, uno de los destinos más visitados por parejas de todo el mundo que buscaban y deseaban bebés por subrogación era la India, pero se probó y salió a luz la forma de fabricación de los bebés y el mal trato de las agencias. Las mujeres sufrían dolor, soledad, esclavitud y explotación al ser encerradas por 9 meses en granjas sin la debida limpieza y atención médica. Las mujeres recibían un miserable pago a cambio de parir hijos de occidentales. Las nuevas leyes han impedido el crecimiento de este negocio.

También México ha dejado de ser un negocio de vientres desde que una modificación de la ley prohíbe gestar bebés para extranjeros.

La Biblia nos enseña que un bebé es un regalo de Dios, una herencia divina. (Salmo 127:3) Es el resultado de la íntima relación de un matrimonio que se ama y desean formar una familia, obedeciendo así el mandato divino.

Los bebés no son para negociar ni hacer millonarios a aquellos que juegan con el deseo y el sentimiento paternal. El adoptar a un niño nacido, no intencionalmente fabricado, puede ser aprobado pues no solo llena un vacío en la pareja, sino brinda amor, cuidado y ayuda al bebé necesitado, quien muchas veces ha sido rechazado y no deseado por su madre.

La Biblia presenta a varias mujeres que fueron estériles, pero como fruto de su oración Dios abrió su vientre y se convirtieron en madres gozosas y felices.

Entre ellas encontramos a:

Sara (Gen. 11:30)

Rebeca (Gen. 25:21)

Raquel (Gen. 29:31)

Ana (1 Sam. 11:2, 5)

Elizabeth (Lucas 1:36)

Ellas no tuvieron que ir a ninguna feria de vientres, más bien fueron ante la presencia del Altísimo y esperaron la voluntad de Dios.

Con esta fábrica y venta de bebés, vemos de nuevo la torcida intención de imitar a Dios y satisfacer en forma ilegal y equivocada los planes divinos. Dios manifieste su misericordia.

 

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